miércoles, marzo 25, 2009

El Cafe


Mi nombre es Juan Perez y ya no importa ni mi nombre ni mi condición creo que lo único que importa ahora es mi memoria, pues esa se mantendrá vigente aun cuando yo no este sobre mis pies en este suelo.

Vagabundo de profesión y libre por convicción habito donde me sienta cómodo y como lo que me encuentre aunque no sea mucho, me baño de vez en cuando casi siempre en lugares donde no todos lo hacen pero que dentro de sus mentes libres seguramente lo harían, mi inodoro es el mundo entero me da igual la banqueta de la facultad de filosofía o la estatua del héroe de nacozari y no es por falta de respeto es por por falta de velocidad para encontrar un lugar menos emblemático y mucho mas privado.

Pero no quiero hablar de mi por que mucho me conozco y creo que ustedes también saben quien soy y me han visto pretendiendo ignorarme por que no les conviene que los vean relacionandose con alguien oloroso, pero si se sentaran un poco a mi lado les contaría maravillosas historias de mi vida que parecieran escritas por algún loco escritor frustrado que filtra sus propias alegrías y penas desde un lugar fresco y cómodo pretendiendo ser solo un trabajador mas del sistema.

En fin... estuve por un tiempo rondando las calles de aquella colonia que tenia plazas hermosas, con bugambilias muy grandes de color rosa, naranja, amarillo y blanco, las bugambilias siempre han sido un buen refugio pues casi no hay animales y dan mucha sombra, claro que a un precio en ocasiones caro por que mas de una vez me he encajado las espinas gruesas y dolorosas de sus ramas, pero es el precio por algo ¿no? al final debemos pagar un precio por cualquier cosa buena que tengamos...

Me levantaba temprano motivado por aquellos pajaros ruidosos y sus trinos muchas veces desorganizados y faltos de armonía, no me quejo del concierto me quejo de no poder entenderlo, así pues hacia mi rutina de ejercicios que no por ser vagabundo era yo un flojo desdichado, después de mis cinco minutos de aplausos aeróbicos me ponía de pie solo para ocupar la banca que daba a la calle principal que terminaba en la plaza.

Y ahí estaba ella 7:10 de la mañana, vestida completamente de blanco, con un zapatos y medias blancas y yo solo pensaba "cuanto me gustaría estar enfermo", tendría no mas de 20 años, cabello negro largo y hermoso, tez blanca y unos ojos negros llenos de intenciones que nunca fueron para mi.

Era mi enfermera que siempre llevaba un café en su mano izquierda mientras que con la derecha cargaba unos poquitos libros de no se que autor ni tampoco imagino de que tema trataban, era para mi una contradiccion filosófica verla andar con un café en la mano izquierda y con unos libros en la derecha, simplemente me parecía maravilloso citar "que no sepa tu mano izquierda lo que tu derecha hace", el café en la mano izquierda para mi representaba su espíritu relajado, libre, ardiente, pasional, dulce, oscuro o con crema me daba igual, el café para mi representaba su alma en relax y la forma como lo tomaba me decía que se aferraba a esa vida aunque quemara y doliera por que en ese vaso con delicioso aroma se encontraba su escencia...igual que la del café..

La mano derecha para mi era su cadena su compromiso con el mundo, con la sociedad, con sus padres, era lo que se TENIA que hacer por que así se ha hecho siempre, la superación en letras, el titulo en la pared, la abreviacion escolar antes del nombre que a veces pesa mas que la persona en si.

La mano derecha para mi era un espacio desperdiciado por que al final de los días yo tuve esa abreviatura que no me sirvió para entender la vida, me sirvió para ignorarla y entrar en el sistema en el cual todos están sumergidos, ahí donde importan los rangos y las relaciones, ahí donde un papel dicta tu experiencia y habilidades escolares, tecnicas o profesionales pero que en nada revelan la calidad moral y humana que en verdad pudiera diferenciarte.

Todos los días que pasaba exactamente a las 7.10 de la mañana yo imaginaba mil situaciones distintas y en cada una de ellas invariablemente había un encuentro donde me convertía en príncipe y la libraba de los libros y las cosas, no por que la quisiera ignorante o por que crea que la escuela es un desperdicio, la verdad es que para mi ella era princesa de mis cuentos y en mis cuentos el ingrediente que menos existía era la lógica.

Y la llevaba de las nubes a los castillos y de los castillos a los jardines mientras su cabello negro ondulaba y reflejaba los brillantes rayos del sol y le mostraba reinos a sus pies y le contaba como había vencido ejercitos completos mientras pensaba en su mirada, todo eso imaginaba mientras ella bajaba por la calle temerosa de que el vagabundo se siempre le dijera alguna majaderia o intentara robarla, ese momento de tensión entre ella y yo al pisar la plaza terminaba con su silencio mientras yo le decía "buenos días"

Un día me levante muy temprano y con dinero que conseguí compre un café donde ella lo compraba y debo decir que fue difícil conseguirlo por que como antes lo he dicho como te ven te tratan, así pues me fui a la banca y espere que fueran las 7.10 de la mañana y ahí estaba ella.. cinco minutos tardaba en llegar a la plaza y pude ver que ella tenia su café y sus libros, no me juzguen uno hace cosas locas por amor....

No se que pensé en aquella mañana, pensaba darle el café?, pensaba que se quedaría y platicaríamos mientras los bebíamos? que le platicaría de mis cuentos y aventuras con ella como protagonista? que pensaba Juan Perez en ese momento?....

Cuando piso la plaza me levante de manera inmediata y me dirigí hacia ella... le dije "mira te compre café!"... de repente aquel vagabundo inofensivo en apariencia se convertía en alguien que se acercaba peligrosamente rápido y que además estaba invadiendo lo único que parecía propio... si... su escencia... aquella cosa que me inspiraba tanto pretendí cambiarla por la que yo tenia en la mano...fue un error...

Ella lo primero que soltó fue el café y me dijo .. "no se me acerque!!!".. mientras aceleraba el paso....

Solo me quede dos días mas en esa plaza, suficientes para darme cuenta que ella había cambiado su habito de pasar por ahí, destruí a mi princesa utilizando lo que creí era su magia..su escencia en el café...

Soy Juan Perez y no siempre mis historias terminan como yo quisiera...


(cuento corto de la serie juan perez un libro que nunca termine de escribir)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

=o

saraidelira*

Anónimo dijo...

=o

saraidelira*

Anónimo dijo...

Cuando yo estudiaba la prepa había un muchacho ke vendía naranjas y dulces afuera de un taller justo donde yo tenía ke tomar el bus para llegar a la escuela, todo mundo le decía cosas al pobre muchacho porke estaba medio lokillo y aparte tenía capacidades diferentes y a mi me daba entre tristeza y risa, tristeza de ver ke la gente se burlaba de él y risa porke a él le valía un cacahuate lo ke los demás decían, bailaba cuando le ponían música, a veces le fiaba las naranjas a la gente, a veces las vendía bien caras, como ke las traía del extranjero porke el precio de las mentadas naranjas variaba como el dolar, en fin... a veces cuando iba a medio camino, veía ke el lokito empezaba a gritarme ke corriera porke ya venía el bus y cuando el bus pasaba, lo detenía para ke yo alcanzara a subir, obvio todos los microbuseros lo conocían y eran sus amigos porke les fiaba las aguas o las naranjas, así ke le devolvían el favor cuando les pedía ke me esperaran, raro en un microbusero porke siempre llevan una prisa del diablo y pues gracias al naranjero siempre llegaba a tiempo a la escuela, el pago era ke si el micro tardaba en pasar yo tenía ke responder todos los "hola" ke él decía, a veces si se la bañaba, hubo una vez ke me saludó como 10 veces... Después de 1 año el naranjero se armó de valor, casi creo ke me siguió hasta mi casa, lo peor de todo es ke ni cuenta me dí, nomás salió de repente y me invitó unos tacos, le dije ke muchas gracias pero ke llevaba prisa, no me dijo nada y se fue, nunca volvio a detener el micro cuando se me hacia tarde... Mugre naranjero rencoroso...

Anónimo dijo...

AJJAJAJAJAAJ ... primero bien lindo por k te detenia el camion luego acabo en mugre naranjero rencoroso .. jajajajajaja!!!

ntr

mugre apretada k no fuiste con el a los tacos .. capaz k era el amor de tu vida...jajaj

Anónimo dijo...

Ahorita fuera la mayor empresaria de toda la región citricola...

No creas, ya lo he pensado...

:(

Anónimo dijo...

interesante reflexion,a veces no sabes si es mejor quedarse uno donde esta, o tomar el valor y enfrentar la situacion sin importar la respuesta, y la confianza de decir por lo menos lo intente

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