lunes, marzo 03, 2008

Detras de la barda


... regresa cuando puedas, tengo mil años para esperarte... asi decia la voz detras de la pared, era una voz dulce como de una jovencita que aun no terminaba la secundaria, yo solia escucharla durante horas y horas mientras me contaba de sus amigos y su familia, mientras me contaba de sus sueños y de sus galanes que de cuando en cuando le regalaban chocolates y flores.

Una vez me conto que dejo de sentir miedo a casi todo menos a la soledad, pues era horrible, casi insoportable el no poder hablar con nadie, que ella tenia tantas cosas que contar y nadie tenia ni el tiempo ni la intencion de escucharla y que a lo largo del tiempo se habia casi olvidado de como hablar pues por mas que lo intento no encontro lugar en los oidos de nadie.

Cuando me conocio a mi fue por casualidad, yo me recargue en la delgada pared de losa y el golpe de mi espalda la puso en alerta mientras yo intentaba rascarme un poco esta horrible comezon que de cuando en cuando me ataca, en un momento de silencio escuche ..Hola, como te llamas?..
yo al principio me saque de onda pues no veia de donde provenia la voz que era clara y fuerte, empece a preguntar con cierta desesperacion ...quien anda ahi?... despues de un corto silencio respondio ... me llamo Angela...

me pregunto que si tenia un poco de tiempo yo le respondi que si, me pregunto que si me sentia incomodo que platicaramos de esta manera y la verdad yo solo respondi que no.


Me dijo tengo 17 años y hace mucho que no platico con nadie, me pregunto que si queria se su amigo a lo que yo respondi que solo iba de paso, ella guardo silencio...


Despues de unos minutos recargado en la pared y con francas ganas de partir hice un "ultimo" intento por recuperar a mi nueva amiga Angela asi que pregunte ... Angela estas ahi?... ella dijo si, le dije ok, seamos amigos te prometo regresar cada que pueda pero te advierto que suelo perder el rumbo muy facil y tal vez un dia no sepa regresar aqui, ella solo dijo ... el tiempo que tengas para mi es suficiente y si un dia dejas de venir yo te esperare por mil años... a mi eso me puso los vellos de punta dije wow de verdad esta chica necesita hablar con alguien...


Yo recargaba mi espalda y cabeza en la barda y ella hablabla por horas y debo confesar que a veces el sueño me ganaba y la imaginaba acariciandome el pelo y contandome todo lo que nadie habia tenido tiempo de escuchar, la imaginaba hermosa muy hermosa pues su voz me dejaba ver eso y aunque la pared era fria yo sentia el calor de sus manos en mi cara mientras yo recargaba mi cabeza en sus piernas., si ya se que suena enfermo que un hombre como yo tenga estos pensamientos con una joven de 17, pero eran solo eso pensamientos...


Un dia la curiosidad me estaba ganando y le dije que queria conocerla pues me habia vuelto adicto a ella y a su voz, ella me respondio que si queria entrara, asi que busque la puerta con desesperacion y al encontrarla me di cuenta que era enorme y tenia mil candados asi que pense en brincarme la barda y llegar hasta donde ella estaba pero algo en mi me dijo que no era ni el lugar ni el tiempo, que la puerta estaba ahi para no dejar entrar a nadie y para no dejar salir a nadie, asi que regrese al lugar donde estaba Angela y ella dijo, no te preocupes tal vez en el tiempo podremos conocernos, para eso tenemos mil años...


Las platicas se volvieron constantes e interesantes, reiamos llorabamos pero nunca hablabamos de como era el lugar donde estaba cada uno pues ese pedacito de barda fria era nuestro imperio y ahi nada hacia daño o mentia, ahi todo era parfecto.


En el tiempo yo regresaba de cuando en cuando y ella siempre estaba esperandome con su dulce voz y su intoxicante risa y hablabamos del amor y la esperanza, de lo eterno de un beso y de lo efimero de las promesas, hablabamos de todo y de nada, hablabamos de ser perfectos en un mundo lleno de errores y eso nos hacia tremendamente felices.


Se llego el invierno y para mi era mas dificil llegar hasta el lugar donde me encontraba con Angela, ella me dijo lo entiendo pero por favor regresa con la primavera que yo te esperare mil años, yo extendi mi mano sobre la barda y pegue mi mejilla derecha y de verdad les digo que podria jurar que Angela del otro lado hacia lo mismo, nos dijimos hasta pronto y me fui...


Desde ese invierno han pasado ya 10 años que no he regresado a ese lugar pero es que la verdad cuando lo pienso bien me resulta algo extraño ir por la noches y recargar mi espalda en la barda de un cementerio mientras alguien me habla del otro lado...


No se a lo mejor no habia pensado en el miedo que eso me provoca, creo que tengo que esperar a que ese miedo se vaya y llegue el miedo de la soledad que sentia Angela, el miedo de no ser escuchado por nadie, tal vez solo asi regrese a esa barda, espero regresar antes de los 990 años de espera que restan.

(cuento corto de la serie juan perez un libro que nunca termine de escribir)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

este cuento es muy enfadoso no se los recomiendo

Anónimo dijo...

este libro es el mas bonito espero que lolean y les guste se los recomiendo

NetRanger dijo...

Hahahaha tengo comentarios bipolares... k chido